Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias: Comiendo en Hungría
En el verano de 1965, el poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) y el novelista guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974) compartieron el privilegio de viajar a la capital de Hungría en compañía de un premio nobel de literatura, aunque en aquel momento ninguno de los dos lo sabía: Asturias lo sería dos años más tarde y Neruda debió esperar hasta 1971.
De resultas de aquel viaje, ambos autores hispanos escribieron un libro al alimón: "Comiendo en Hungría", publicado por primera vez en 1969. Pero en la obra de estos dos grandes literatos no es insólita la referencia gastronómica, una expresión cultural por la que los dos sentían el debido reconocimiento.
De Neruda son bien conocidas una serie de odas a alimentos como la sandía, la cebolla o las papas fritas, llenas de fino humor, pero incluso en obras de mucho más serio talante, como "Tercera residencia" (centrada en la guerra civil española) aprovecha para evocar el ambiente del madrileño mercado de Argüelles como luminoso contrapunto al dramatismo bélico que preside ese poemario. Todo eran grandes voces, sal de mercaderías, aglomeraciones de pan palpitante, mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua como un tintero pálido entre las merluzas: el aceite llegaba a las cucharas, un profundo latido de pies y manos llenaban las calles, metros, litros, esencia aguda de la vida, pescados hacinados, contextura de techos con sol frío en el cual la flecha se fatiga, delirante marfil fino de las patatas, tomates repetidos hasta el mar.
(Tercera residencia, 1947)
M.A. Asturias, por su parte, tampoco escatima las citas alimentarias, muchas veces dando testimonio de la gastronomía fuertemente étnica de su Guatemala natal:
«[...] entre las cocineras que hundían los cucharones de jícara en las ollas de los puliques, de los sancochos, del caldo de gallina, de los pepianes, para colmar las escudillas de loza vidriada que les iban pasando y pasando y pasando y pasando los invitados, sin confundir los pedidos que les hacían, si pepián, si caldo, si pulique». (Hombres de maíz, 1949)
En el antes citado libro, hoy protagonista de Gastrofábulas, este singular dúo nos narra, alternándose los autores y alternándose la prosa y el verso (y no siempre cada uno en el género en el que más destacaron) la experiencia de su visita a Hungría, y muy especialmente a Budapest, vista desde los ventanales de sus mejores restaurantes, entre el bullicio de csárdas y borharapók, a través de sus sabores y aromas culinarios, platos intensos y vinos dorados, suspendidos sobre el Danubio equidistantes entre Buda y Pest. En las propias palabras de Pablo Neruda en el prólogo: «Vinimos aquí a comer. Y nos dirán: ¿y por qué no a pensar, a filosofar, a estudiar? Todo eso lo hacemos y lo hicimos. Pero lo callamos».
Notas:
El diario barcelonés La Vanguardia reprodujo este fragmento en su edición del 17/01/1971.
Somos muchos los que coincidimos con Miguel Ángel Asturias en ese proceso de recuperación de las sopas con la edad. Yo incluso diría que la madurez gastronómica se alcanza cuando las sopas se reconocen como el manjar que son.
Soupe à l'oignon: sopa de cebolla típica de la gastronomía francesa, que añade queso rallado.
Potirón (soupe o velouté de): Crema francesa de calabaza elaborada con calabaza, cebolla y nata fresca.
Tökjözelék: Sopa húngara de calabaza preparada con cebolla, paprika y calabaza, añadiéndosele crema agria y eneldo o perejil. La paprika le confiere un ligero tono picante muy singular que contrasta con el dulzor de la calabaza. Crema agria o nata agria: Crema de leche (nata) fermentada por la acción bacteriana, de forma similar al yogur. Se puede "falsificar" añadiendo ácidos (zumo de limón, vinagre...) a la nata. Es un ingrediente abundante en la cocina eslava y también usado como salsa; a veces se sustituye por yogur. Ayote: Una variedad de calabaza de América del Norte y Central (Cucurbita argyrosperma). La "sopa de ayote" es típica de la cocina caribe (Costa Rica, Nicaragua, Guatemala...) y entre sus ingredientes suele encontrarse el ají dulce.
Sopa de pescado del lago Balatón: La sopa de pescado (o pescado al pimentón) es preparada a base de las variadas clases de pescado que se dan en el Danubio, en el Tisza, en el Balatón y en los demás ríos y lagos del país. El secreto de este plato, característicamente húngaro, reside en que es preparado con peces recientemente cobrados y a base de diferentes especies. Para hacer esta sopa se utilizan, por lo menos, tres diferentes especies: carpa, siluro y tenca. Eventualmente se agregan también especies de pescado de pequeño tamaño como, por ejemplo, carasios, bramas, lubinas, etc. También suelen utilizarse pescados de carne blanca como el lucio o el "fogas" (variedad exclusiva del lago Balatón), este último en los mesones de los alrededores del lago Balatón. La sopa es sazonada con cebolla y paprika. (Comentario textual de Zoltán Halász en el "léxico abreviado" que se añadió al libro desde su primera edición).
Sopa húngara de frutas: Son sopas frías de verano preparadas con frutas cocidas en algo de almíbar ligero con canela a la que se añade nata y agua fría. Se suelen preparar con cerezas, pero también grosellas, moras, manzanas... A pesar de ser frías y dulces se consideran, como sopas que son, propias como primer plato.
Tarhonya: pasta al huevo rallada en forma de pequeñas esferas, como un cuscús muy grueso (de ahí la semejanza a perlas que apunta el autor). Aunque en ocasiones puede encontrarse de elaboración casera, hoy lo más normal es comprarla preparada como cualquier otra pasta seca. Es costumbre tostarla en un poco de grasa antes de hervirla para que quede crujiente.
Paprika: No he podido corroborar el origen del nombre que da aquí Asturias, pero mis fuentes lo sitúan algo anterior: en un diccionario de slovaco de 1742, así como en el inventario de un monasterio de Szeged, al sur de Hungría, de 1758. En cualquier caso, el término "paprika" llega a través del serbio 'peperka', pimienta (del latín 'piper') que ya se empleaba hacia 1569. Es cierto, sin embargo, que en Centroeuropa se denominó durante mucho tiempo "pimienta turca" o "törökbors".
Sopa de gallina a la Ujházi: Fue un renombrado actor de principios del siglo XX, Ede Ijházi, el que creó esta nutritiva sopa de color amarillo oro, hecha a base de una gallina o gallo de buen tamaño, un trozo de corvejón de vaca y diferentes verduras (zanahorias, raíces de perejil, judías verdes, unos cuantos guisantes, apio, colinabo, col) así como rodajas de pimientos verdes y cogollos de coliflor. En esta sopa, que suele estar sazonada con abundante pimienta, cuecen fideos delgaditos. (Comentario textual de Zoltán Halász en el "léxico abreviado" que se añadió al libro desde su primera edición).
Gulash (gulyás en húngaro, que significa "pastor"): Asturias se refiere aquí a la gulyásleves, sopa de gulash, elaborada con algo de carne, cebolla, patatas y paprika. Es frecuente que el turista quede desconcertado ante la confusión con el estofado "gulash", mucho más denso y elaborado con carnes (porcino o vacuno), verduras y otros ingredientes (las recetas son muy diversas y no hay un "gulash" como tal sino que es una forma de preparar estos guisos) y, por supuesto y destacadamente, la adición de paprika picante.
Notas (extraídas de las añadidas por Zoltán Halász, ed. 1969):
Aszu de Tokay: El secreto de este vino consiste en lo siguiente: durante un largo y soleado otoño, en los granos de los racimos dejados en las vides se produce, por efecto del moho bothrytis cinérea, una especie de arrugamiento, aparecen uvas pasas; al mismo tiempo disminuye el contenido de ácido del jugo, aumenta el contenido de glucosa y se reduce el grosor de la piel de los granos. Durante la vendimia, a base de las uvas pasas cuidadosamente seleccionadas, se hace una pasta que se rocía con mosto de Tokay o vino nuevo. Según el número de los cuévanos de pasta de uvas pasas utilizados para un barril de Góncz (véase) de mosto, el vino es denominado aszu de 3 o 4 cuévanos. (Raramente se hace vino de 5 cuévanos.) El aszu de Tokay madura lentamente, necesitando de 4 a 8 años para alcanzar el completo grado de maduración. Pero, en cambio, es uno de los más aromáticos y mejores vinos de postre del mundo. El vino de Tokay permanece en buen estado durante mucho tiempo, conservándose incluso durante siglos. Por muy lejos de Hungría que sea almacenado, todas las primaveras, cuando florecen las vides de Tokaj, el vino Tokay, aun después de siglos, se "mueve" ligeramente en las botellas.
Badacsonyi Kéknyelü (Tallo Azul de Badacsony): Este vino es producido en la montaña de Badacsony, junto al lago Balatón. Su nombre proviene del tallo de color azul de las hojas de la viña de esta comarca. Es un generoso vino blanco de fino aroma.
Egri Bikavér (Sangre de Toro de Eger): Un vino tinto de color granate, recio y cristalino. Su base la constituyen cepas de Borgoña, Medoc negro y Kadarka.
Furmint de Tokay: Los valones que se establecieron en Hungría en el siglo XIII trajeron consigo cepas de vides "froment" (su nombre le fue dado por el color amarillo que hace recordar el de las mieses maduras); estas cepas se aclimataron y se mejoraron en el suelo volcánico de Tokaj, donde dan un vino de mesa recio, de gran contenido de azúcar y aroma.
Hárslevelü de Debró (Hoja de Tilo de Debró): Un vino de mesa aromático, dulzón, recio, que, debido a su interesante bouquet, es la bebida preferida por las damas. Sus vides fueron cultivadas ya, en las colinas de la Hungría Septentrional, en la época en que los húngaros ocuparon el suelo patrio alrededor del año 896).
Szamorodni de Tokay (Tokaji Szamorodni): Por el contrario de lo que ocurre con el vino "aszu", hecho a base de granos de uvas pasas seleccionados, para la elaboración del szamorodni los racimos son prensados tal como llegan al lagar, es decir con los granos de uvas pasas. (De aquí el nombre del vino, de origen polaco: samo rodni, que significa "como creció".) A consecuencia de este modo de preparación, el gusto del szamorodni se ve influido por el clima del año de producción; si durante dicho año hace mucho sol, su sabor es dulzón, mientras que en caso contrario se da vino de Szamorodni seco.
Szekszárdi vórósbor (vino tinto de Szekszárd): Ya en la época del Imperio Romano, en la comarca de Szekszárd, que se extiende cerca del Danubio, se producía un vino tinto que gozaba de la predilección de la corte de los emperadores. Szekszárd adquirió renombre por el hecho de que en ella pasó largas estadías Ferenc Liszt, quien, degustando su bebida predilecta, compuso varias de sus célebres obras.
Somló: (el "vino de los recién casados"): La región vinícola de Somló se extiende, por debajo de las ruinas de fortalezas medievales, en las laderas de la montaña del mismo nombre; aunque su extensión es, en todo y por todo, de 300 hectáreas, su vino es uno de los más célebres entre los vinos "históricos" húngaros. Según la tradición, este vino de color amarillo verdoso y delicado
aroma contribuye a que los que lo consumen tengan hijos varones. Por esta razón, en la casa real de los Habsburgo regía la tácita ley de que los recién casados, antes de su noche de bodas, bebieran vino de Somló.
Szürkebarát (Monje Gris): El Szürkebarát de Badacsony debe su nombre al hecho de que sus vides provienen de la aclimatación en Hungría de las parras Pinot Gris producidas en Francia. Constituye una circunstancia interesante el hecho de que, por efecto del soleado clima y del fértil terreno volcánico, estas vides, que en su lugar de origen producen un vino ligero (utilizado principalmente para la fabricación de champaña), se han mejorado en Hungría. El szfürkebarát de Badacsony es un excelente vino de mesa, recio y generoso.
Papas y tomate: Aunque el origen del gulash es antiguo, la forma actual, que es la que se expandió, data del siglo XVIII. Aun así, la adición de patatas y tomate no es probable que apareciera hasta el siglo XIX, dado que estos productos procedentes de América no se popularizaron en la cocina europea -más allá de la española- hasta esa época. De hecho, las primeras menciones de patata (y aún sin tomate) provienen del recetario de Zsuzsanna Ratz publicado en Miskolc en 1816-1818.
Paprika: mundialmente conocida así, es prácticamente idéntica al pimentón español o el ají molido americano (aunque en Hungría prevalece el uso de la variedad picante sobre la dulce). Los húngaros se disputan con las regiones españolas de Murcia y Extremadura el "descubrimiento" de esta especia, si bien existen documentos que demuestran que ya era conocida por los nativos americanos precolombinos; así que, en todo caso, la disputa sería por la primicia de su uso en Europa. Todo parece indicar que el gusto por las especias picantes llegó a Hungría durante la dominación turca, así que es probable que ya desde el siglo XV (durante la expansión otomana) se introdujeran variedades de pimientas orientales en la gastronomía magiar que más tarde, improbablemente antes del siglo XVI, se sustituyeran por la paprika actual hecha con pimientos secos y molidos. Tanto el cultivo como la técnica de producción podrían haber llegado a los Balcanes vía Adriático de la mano de comerciantes catalanes. Sea como sea, la paprika es, de pleno derecho, uno de los emblemas de la gastronomía húngara actual.
Galushka: pasta similar al ñoqui, elaborada con patata rallada, harina, agua y huevo. Es tradicional de la cocina eslava, común a Polonia, Ucrania, Hungría. Eslovaquia y oeste de Rusia. Se sirve como guarnición o en sopa.
Bogrács: una especie de caldero (usualmente de hierro o cobre), que suele tener fondo curvo y un asa para colgar de un trébede (trípode para sostener sobre fuego o brasas). Es propio del entorno rural y el recipiente tradicional para preparar un gulash de campo. Algunos restaurantes típicos sirven el gulash en recipientes en forma de bogrács.
Biska (biskák en plural): navaja de campo, en especial la que es plegable al estilo de la albaceteña.
Csángó: refiere a una minoría étnica repartida por Hungría, Rumanía y Moldavia, de religión católica (la mayoritaria en la zona es la ortodoxa). La lengua csángó es, al parecer, una variedad arcaica del húngaro actual.
Palóc o palocz: grupo étnico del norte de Hungría que se extiende también al sur de Eslovaquia.
Szeged: ciudad al sur de Hungría, cerca de la frontera tripartita donde confluyen Hungría, Serbia y Rumanía. Se la considera cuna húngara de la paprika.
Ácida crema: crema (nata) agria. El acompañamiento del gulash con una salsa de crema agria o yogur con un poco de perejil picado es muy habitual.
N.del A.: Textos extraídos de la penosa edición 2010 (ISBN 9788493832735) pergeñada por Capitan Swindg Libros S.L, llena de errores tipográficos que, por deferencia a mis lectores, he ido corrigiendo.
Gracias Miguel por esta maravillosa recopilación de textos de estos paisanos míos que llegaron a las más altas cumbres literarias. Dan cuenta de una cocina popular de guisos picantes y vino dulces (me gusta la combinación), de un país lejano y misterioso y de un refinamiento que parte desde las mismas bases de esa tradición de comidas y bebidas. Me gustó mucho el artículo sobre la sopa de Asturias. Soy de la generación de Mafalda y, ese plato entrañable, merecía un camino de reconciliación con nuestras mesas. Para otra recopilación quedará la Oda al Caldillo de Congrio (manjar de pescadores chilenos) de Pablo Neruda. Mi amigo José Fernáncez Erro cocinó en Buenos Aires en 1974 un Caldillo de congrio teniendo ese poema como única guía.
Gracias Miguel por esta maravillosa recopilación de textos de estos paisanos míos que llegaron a las más altas cumbres literarias. Dan cuenta de una cocina popular de guisos picantes y vino dulces (me gusta la combinación), de un país lejano y misterioso y de un refinamiento que parte desde las mismas bases de esa tradición de comidas y bebidas.
ResponderEliminarMe gustó mucho el artículo sobre la sopa de Asturias. Soy de la generación de Mafalda y, ese plato entrañable, merecía un camino de reconciliación con nuestras mesas.
Para otra recopilación quedará la Oda al Caldillo de Congrio (manjar de pescadores chilenos) de Pablo Neruda. Mi amigo José Fernáncez Erro cocinó en Buenos Aires en 1974 un Caldillo de congrio teniendo ese poema como única guía.