«Mi cocinero y yo hacemos ahora a la perfección hojaldre de distintas formas, natillas, merengue, crêpes, tarta de varias capas, diversos suflés, cuernos de crema, pastel de manzana, pudín de chocolate, buñuelos; además se le dan muy bien toda clase de sopas, hace buen pan y bollos y asa muy bien en nuestro horno, que es malo y pequeño. Para mí es mucho mejor tener un poco de comida atrayente y, sobre todo, un poco variada. [...] Estoy segura de que no me vas a creer si te digo que mi casa es conocida por lo bien que se come en ella». (Isak Dinesen, Cartas de África)
Karen Blixen nació en Rungsted, Dinamarca, en 1885.Uno de los principales nombres de la literatura danesa del siglo XX (estuvo propuesta al premio Nobel), a lo largo de su vida publicó casi una docena de títulos, casi todos tras el seudónimo de Isak Dinesen, por el que es mucho más conocida; y especialmente por la obra autobiográfica “Memorias de África”, más célebre a su vez por la versión cinematográfica, dirigida por Sidney Pollack, con un melodioso tema musical compuesto por John Barry y con Meryl Streep encarnando a la autora (y, por supuesto, Robert Redford como el cazador Denys Finch-Hatton en uno de sus más glamurosos papeles).
Varias veces a lo largo de su obra, Karen hace gala de su afición culinaria y gastronómica: «A mí me interesaba mucho la cocina, y en mi primer viaje a Europa tomé lecciones de un chef francés de un conocido restaurante, porque pensé que sería divertido poder hacer buenas comidas en África. El chef, Monsieur Perrochet, me hizo en aquel entonces una oferta para asociarme con él en el negocio del restaurante por mi devoción a esa arte. Cuando tuve a Kamante a mano, un espíritu familiar con quien podía cocinar, aquella devoción se apoderó de mí de nuevo. En mi opinión nada podía ser más misterioso que este instinto natural de un salvaje para nuestro arte culinario». (Memorias de África, 1937).
Pero, sin duda, la narración donde más explícitamente toca este tema es uno de sus cuentos: El festín de Babette, también llevado al cine (Gabriel Axel, 1986, Óscar a la mejor película de habla no inglesa). En él se cuenta cómo Babette, una mujer que huye de la represión tras la Comuna de París de 1871, se refugia en Noruega empleándose como cocinera en casa de dos hermanas, hijas de un pastor luterano. Un día, Babette gana un premio de lotería y decide compartir su suerte ofreciendo a sus patronas y otros invitados de su misma secta, una cena en la que servirá lo mejor de la cocina y la bodega parisina. Los intensos placeres gastronómicos chocarán contra la ascética sobriedad religiosa de los comensales con imprevisibles consecuencias.
Sopa de pan con cerveza: Øllebrød en el original en danés, ciertamente una de las especialidades tradicionales de la cocina danesa, aunque también es popular en Noruega. Una especie de gachas de pan negro desleído en cerveza de malta, sigue siendo un desayuno o postre habitual en muchas casas escandinavas e incluso ha formado parte de la carta del prestigioso restaurante Noma.
Clos-de-Vougeot es un celebérrimo viñedo borgoñón, que actualmente cuenta con Denominación de Origen propia y está reconocido como "Grand Cru". La cosecha de 1846 en Borgoña estuvo marcada por un cálido y soleado verano, lo que proporcionó vinos de excepcional contenido en azúcares. Tampoco es desdeñable la coincidencia de que, en ese mismo año, Edgard A. Poe publicó "El barril de amontillado". Sin embargo, en la versión cinematográfica se sustituyó (¿por error?) por una cosecha de 1845.
Amontillado: se dice del vino "fino" generoso que, al estilo de Montilla, Córdoba, sigue envejeciendo tras perder la "flor" o velo superficial, resultando en procesos oxidativos que modifican su composición y organolepsia. La cita es confusa, ya que en la narración no se nombra otro vino que el Clos Vougeot, que no es un "amontillado". En la película se opta por una secuencia de maridaje mucho más tradicional: un amontillado "auténtico" con la sopa, champaña con los blinis, y el borgoña se sirvió para acompañar el plato de ave.
Sopa de tortuga: aunque sin duda se podía encontrar este plato en los restaurantes parisinos del siglo XIX, era en realidad una moda británica y hacía furor en los hoteles de Londres adonde había llegado como exotismo de la cocina china (si bien la especie era completamente distinta: en Oriente se prepara con una variedad de tortuga de concha blanda, mucho más fácil de cocinar). La receta solía incluir, además de la carne del quelonio -bien limpia-, un fondo de verduras (zanahoria, apio, ...), cocida durante dos horas o más, reducida con vino de Madeira u oloroso y espesada con harina o tapioca. Se consumía tibia, casi fría, de forma que la alta concentración de proteína cuajara en una textura de ligera gelatina.
Blinis Demidoff: Los blinis son una especie de tortita o crepe esponjoso, tradicional de la cocina rusa y eslava. No hay ninguna referencia gastronómica a unos supuestos "Blinis Demidoff" por lo que tal vez la autora se inventó la denominación, tal vez basándose en el industrial ruso Anatole Demidoff, que vivió y murió en París; o, sencillamente, le pareció que sonaba lo suficientemente ruso. En la versión cinematográfica se presentan como unos canapés preparados con blinis pequeños y dobles sobre los que se sirve una porción de caviar y una bola de nata agria.
Veuve Clicquot: Uno de los más afamados champagnes de Francia (obviamente a él se refiere el "refresco", bromeando con el hecho de que los invitados jamás habían probado un vino espumoso). En la versión original inglesa, así como en varias traducciones, está escrito "Cliquot", sin la ce intermedia.
Cailles en sarcophage: En francés en el original: codornices "en sarcófago". Tampoco me consta que haya existido un plato con esta denominación antes de que Karen Blixen escribiera la obra y tampoco ella lo describe en forma alguna. En la película se recreó como una codorniz rellena de foie-gras y trufa negra presentada en un volován de hojaldre (el sarcófago) y aderezada con una reducción de los mismos ingredientes. Desde entonces se ha asumido que es esa, y no otra, la "receta" de la narración, imitada en estos años por algunas docenas de restauradores.
El Café Anglais fue un afamado restaurante parisino del siglo XIX; cerró en 1913. También Balzac, Flaubert y Proust lo mencionan en sus obras. Durante el periodo que refiere el general, el chef de cocina era Adolphe Dugléré, alumno de Carême y quien le dio gran parte de su fama. No consta que ninguna mujer haya ejercido como chef durante toda su historia.
Y fueron al arroyo de Eshcol...: Es una cita bíblica del Libro de los Números (cap.13, ver.23), donde se narra cómo unos israelitas traen a Moisés muestras de la fertilidad de la "tierra prometida".
Recherché: En francés en el original, significa aquí "rebuscado, extravagante".
Convives: En francés en el original, "convidados, comensales".
En la película se sirve, además de lo que figura en la narración original, una ensalada de endivias con frutos secos, un bizcocho borracho "Savarin" ("Babá") al ron con frutas glaseadas, y queso (al parecer de la región de Auvernia). Hay que tener en cuenta que, en la época en que Karen escribió el cuento (hacia 1950), las porciones que se servían no eran tan escasas como las que muestra la película, ya influida por las nuevas tendencias en restauración, por lo que un menú de tres platos y postre podía considerarse suficiente. De todas formas, la escritora danesa no pareció reparar en que una cena francesa lleva inevitablemente una ración de quesos antes del postre.
Para la producción cinematográfica el menú fue diseñado por Jan Pedersen, del restaurante La Cocotte de Copenhague, y la presentación corrió a cargo de Paulette Tavormina.
Algunos analistas han sugerido que la cena de Babette contiene una referencia al cruce de los israelitas por el desierto narrado en el Éxodo, donde Dios los alimentó con maná (los blinis) y codornices, incluyendo la referencia final a las uvas. Quedaría fuera, sin embargo, la sopa de tortuga. Pero además, Karen no era especialmente religiosa y el mensaje de la obra es justamente una crítica a la estricta observancia de algunas sectas.
Sí debe considerarse relevante que Wilhelm Dinesen, el padre de la escritora, fue testigo directo del surgimiento y caída de la Comuna de París y lo escribió en un libro publicado en 1873.
Fuente del texto: Cuentos reunidos de Isak Dinesen, Alfaguara (ebook), ISBN 9788420494517, modificada por el autor del blog con la versión original en inglés y la versión en danés.
Ha sido un placer, como en otros casos, leer este artículo, Miguel. Siempre me ha maravillado la red que, para la difusión de la alta cocina (generalmente francesa), ha supuesto la oferta de los restaurantes de los grandes hoteles. En 1890, la escritora argentina Juana Manuela Gorriti publicó un recetario que denominó Cocina Ecléctica. La colección representa un ideal culinario para una naciente burguesía hispanoamericana. Como Juana Manuela no cocinaba, pidió recetas a sus amigas del continente suramericano. Una de ellas, María Luisa Martínez, le envió una receta de sopa de tortuga con la siguiente aclaración: "Este plato tan celebrado, y cuya presencia, en el menú de los hoteles tiene el honor de ser anunciada por la prensa, se confecciona de la manera siguiente:"
Ha sido un placer, como en otros casos, leer este artículo, Miguel.
ResponderEliminarSiempre me ha maravillado la red que, para la difusión de la alta cocina (generalmente francesa), ha supuesto la oferta de los restaurantes de los grandes hoteles.
En 1890, la escritora argentina Juana Manuela Gorriti publicó un recetario que denominó Cocina Ecléctica. La colección representa un ideal culinario para una naciente burguesía hispanoamericana.
Como Juana Manuela no cocinaba, pidió recetas a sus amigas del continente suramericano.
Una de ellas, María Luisa Martínez, le envió una receta de sopa de tortuga con la siguiente aclaración: "Este plato tan celebrado, y cuya presencia, en el menú de los hoteles tiene el honor de ser anunciada por la prensa, se confecciona de la manera siguiente:"