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20 de agosto de 2014
Anónimo: Cartas de amor entre un labrador y su amada (II)
De la recopilación que Lucas Rodríguez hizo en "Romancero historiado" en 1579, veíamos en la primera parte la carta humorística que un labrador dedicaba a su amada y, como prometí, vamos hoy con la segunda parte de esta obra anónima, en la que la moza responde sin remilgos a los requiebros de su enamorado, comparando también los masculinos encantos del pretendiente al buen yantar y beber de la tierra.
Sin embargo, los detalles gastronómicos analizados revelan una notable diferencia al sentarse a la buena mesa entre ambos poemas: si aquel citaba las exquisiteces dando su referencia geográfica explícita, este apenas cita orígenes concretos; donde el primero casi únicamente nombra materias primas, ahora hay ingredientes, recetas y platos (y, curiosamente, todos con presencia en los recetarios de Nola, Montiño o Granado que alcanzaron gran difusión); y mientras el supuesto labrador casi exclusivamente se limita a bienes de Castilla, su requerida muestra buen conocimiento de gollerías periféricas, pescados frescos y especies marinas que no solían aparecer por la meseta. Por lo demás, en lo literario, el verso de la primera parte es bastante más lírico y bien formado que en esta segunda.
11 de agosto de 2014
Anónimo: Cartas de amor entre un labrador y su amada (I)
En 1579 publicó un tal Lucas Rodríguez el "Romancero historiado", antología de poemas diversos: desde romances históricos y pastoriles hasta sonetos y glosas de algunos autores más o menos conocidos de los siglos XV y XVI.
Junto a esta mescolanza, al final de la obra incluyó dos poemas burlescos remedando las cartas cruzadas entre un labrador que demanda el amor a una mujer de su misma alcurnia y de la que está enamorado, y luego la respuesta de esta. Obras anónimas (Rodríguez Moñino las atribuye a Pedro de Padilla, pero yo no me mojaría tanto), no son de ninguna forma parte de un repertorio popular ni ocurrencia de algún aficionadillo. Si no bastara para esta conclusión el exquisito léxico empleado, será la canónica estrofa de Octava Real (octeto endecasílabo con rima ABABABCC) la prueba de que el autor de estas cartas-poemas tenía sobrado oficio. Podemos suponer que saliera de la pluma de cualquiera de los poetas a tiempo perdido que pululaban por la Universidad de Alcalá de Henares buscando medrar junto a Miguel de Cervantes o Lope de Vega.
Junto a esta mescolanza, al final de la obra incluyó dos poemas burlescos remedando las cartas cruzadas entre un labrador que demanda el amor a una mujer de su misma alcurnia y de la que está enamorado, y luego la respuesta de esta. Obras anónimas (Rodríguez Moñino las atribuye a Pedro de Padilla, pero yo no me mojaría tanto), no son de ninguna forma parte de un repertorio popular ni ocurrencia de algún aficionadillo. Si no bastara para esta conclusión el exquisito léxico empleado, será la canónica estrofa de Octava Real (octeto endecasílabo con rima ABABABCC) la prueba de que el autor de estas cartas-poemas tenía sobrado oficio. Podemos suponer que saliera de la pluma de cualquiera de los poetas a tiempo perdido que pululaban por la Universidad de Alcalá de Henares buscando medrar junto a Miguel de Cervantes o Lope de Vega.
8 de diciembre de 2013
Las comidas de Baltasar del Alcázar
Fue Baltasar del Alcázar (1530–1606) un poeta maldito del Siglo de Oro. Maldito digo porque este sevillano debiera haber alcanzado mayor gloria, si no en vida —que la poesía es lo que tiene- al menos tras su fallecimiento y el paso de los siglos. Su verso rezuma gracejo andaluz y abunda en la sátira y el guiño sensual, siendo muchos los nombres femeninos a los que dirige picantes requiebros desde sus epigramas.
Como desagravio que le brindo, serán dos de estos poemas burlescos suyos los que inauguren este espacio que hoy comienza su andadura. Ambos, como no podía ser de otra forma, ceñidos al tema gastronómico.
Como desagravio que le brindo, serán dos de estos poemas burlescos suyos los que inauguren este espacio que hoy comienza su andadura. Ambos, como no podía ser de otra forma, ceñidos al tema gastronómico.
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